jueves, 3 de marzo de 2011

Y el Oscar a la mejor vestida es para….

Dicen los cinéfilos (y es algo que yo suscribo y me recriminé a la mañana siguiente, al haber dormido tan poco) que la gala de este año ha sido tan soporífera y poco original como las anteriores, (aunque con peores índices de audiencia..).

A pesar de los esfuerzos por darle un aire rejuvenecido y expectante con los cambios de vestuario de Anne Hathaway y los “intencionalmente fallidos” gags de James Franco, no consiguió enganchar, del todo, a los espectadores.

Dejando a un lado los entresijos y detalles de la gala, y centrándonos en lo que nos interesa, sucedió lo mismo con la red carpet, ni me sorprendió, ni me enamoró ninguno de los modelitos que por allí desfilaron, ya que todas las actrices parece que se habían puesto de acuerdo sobre los colores, tejidos y diseños de sus vestidos. (hasta los peinados!!)

Coincidieron en rojo, escote palabra de honor y cola, Anne Hathaway con su modelo con flores aplicadas de Valentino, quien además estaba allí para recibirla (nada se puede comentar sobre su “bronceado”..) y Sandra Bullock, con su versión de Vera Wang (quizá un color demasiado intenso para su blanquísima piel, con un tono más dorado hubiera lucido mejor). En el mismo color pero de corte camiseta, Jennifer Lawrence, de Calvin Klein, y un tono más anaranjado, la cantante Jennifer Hudson, quien estrenaba nueva figura, de Versace.

Nuestra Pe, más esperada e internacional que nunca, si que sorprendió, dejó a un lado los vestidos de corte princesa a que nos tiene acostumbrados y apareció con un modelito de la diseñadora L´Wren Scott a prueba de cuerpos post parto (fajita reductora e hinchazón de glándulas mamarias incluida). Lo sentimos, pero no fue su mejor tarde.

En nuestra opinión, el vestido más interesante y acertado, la versión de Anna Paquin, en la fiesta posterior de Vanity Fair.


También se vieron muchas lentejuelas, apliques pequeños de perlas y brillo, mucho brillo. Como ejemplo, el modelito en marrón que no le hacía toda la justicia que la belleza de Aiswarya Rai merece, Amy Adams con un precioso azul (algo cerrado de escote para mi gusto, también con cuerpo post parto) de L´Wren Scott (¿los recomiendan a las nuevas mamas por algún motivo?), Annette Bening, absolutamente adecuada para su edad con un modelo en tonos oscuros, Emma Roberts también en tonos ahumados, Oprah con una sabia elección de falda de paillets y top de satén, y hasta la propia L´Wren Scott acompañada de su novio Rolling Stone.

En color nude, Hailee Steinfield (homenajeando a Cisne Negro, quizá demasiados tacones para tan corta edad..) coincidió con Halle Berry en la elección de un Marchesa, Heidi Klum que parecía salida de la fantasía moderna de Barbarella, Hillary Swank, cuyo vestido con plumas en la cola recordaba demasiado al Halle Berry (¿o es al revés? Las tendencias tienen esas cosas, parecen clonados), Mandy Moore, con un “falso” palabra de honor (mucho más cómodo, eso sí) y Michelle Williams, con perlitas de Chanel (algo soso, en mi opinión).

Destacar el escote de Malika Sherawat (espero que el año próximo veamos menos palabra de honor y más toques de originalidad como este), los apliques lavanda y amarillos que simulaban perlas del vestido de Cate Blanchett (de cierto corte oriental, que tanto se lleva este verano), la opción juvenil y corta de Taylor Swift (me encanta!! pero ya sabeis que soy una entusiasta de las minifaldas) y el estilosísimo, moderno y elegante modelo de Calvin Klein que lucía Gwyneth Paltrow (únicamente apto para mujeres altas y de pocas curvas, aunque valdría la pena probárselo al menos..).

El encaje, únicamente estuvo presente en el “discreto por delante-super sexy por detrás” de Scarlett Johanson, en tonos berenjena firmado por Dolce&Gabbana que solo ella y sus curvas pueden lucir (falló en el peinado, pero todo no puede ser…), en el original modelo de la oscarizada Melissa Leo (me pregunto si se hubiera puesto lo mismo de haber sabido que iba a recoger la estatuilla.. deduzco que si) y en el vestido en tonos lavanda de Elie Saab que dejaba poco a la imaginación del cuerpo de Mila Kunis (el escote delantero es excesivo y poco favorecedor para una chica con poco pecho, máxime si tenemos en cuenta que la falda es toda una transparencia), será recordada, más que por su interpretación en Cisne Negro, eso seguro!

Se llevan el anti-oscar a los peores estilismos: Camila Alves con su escoteimposible que favorezca a nadie” made in Kaufman Franco, Claire Danes por su modelo de “kimono sin gracia”, Donna Karan, de ella misma pero de un par de tallas menos, Helena Bonham-Carter acostumbrada a estar en las listas de las peor vestidas, la mujer de Hugh Jackman y su “me pongo lo primero que pillo” rematado con plumas, el peinado “tira 20 años encima” que empañó el look de Kelly Osbourne, el vestido “reciclado” de los años 80 de Marisa Tomei (el color solo lo empeora) y el decepcionante Dior Vintage que lució Nicole Kidman (algunos vintage estan escondidos por algo..).

Que podemos decir de ellos… Se decantaron por Tom Ford, el ganador de la noche Colin Firth, Justin Timberlake y el propio diseñador (con chaqueta de terciopelo azul).

También de azul (tendencia por supuesto) Jeremy Renner y Robert Downey Junior. Algo incómodo con el atuendo encontramos a Jesse Eisenberg, con la corbata suelta y los pantalones algo cortos.

Y el esperado momento….. El Oscar a la mejor vestida es para: Natalie Portman. Impresionante con un vestido de Rodarte púrpura de gasa con cola. Completamente perfecto, el escote mesurado y elegante, la amplitud que marcaba su silueta de embarazada pero le permitía moverse cómodamente, el favorecedor e intenso color. Que decir más. Durante toda la promoción de la película Cisne Negro ha dado una lección de estilo, demostrando que estar embarazada no es motivo para no ir siempre estupenda y chic. Bravo, Natalie!!